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Acérquense al Señor Jesús, quien es la piedra viva, rechazada por los hombres, pero elegida y de mucho valor ante Dios. Ustedes también son como piedras vivas que Dios utiliza para construir un templo espiritual. Ustedes sirven a Dios en ese templo como sacerdotes santos, y por medio de Jesucristo ofrecen sacrificios espirituales agradables a Dios. (A)Pues así también dice la Escritura:

«Miren, pongo en Sion la piedra principal,
    elegido por su mucho valor.
El que confíe en esa piedra,
    no será defraudado».[a]

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Footnotes

  1. 2:6 Cita de Is 28:16.